martes, 31 de enero de 2017

Fantasía y Fuga del Jardín del Edén


Hip, hip, hoy hace cinco meses que anuncié en este blog (me lo anunciaba a mí mismo en realidad, como para creérmelo) el comienzo del mayor reto pictórico de mi vida. Cinco meses, ciento cincuenta días (*) ininterrumpidos de pringue del bueno. 


Un pequeño fragmento sin acabar de los Lilim.

Ha sido un tiempo apasionante, he aprendido como un cochino joven en su primer charco y ahora estoy más guarro, fuerte, feo, mejor. ¡He terminado, que venga el siguiente!


De este pedazo de pintura esbozada en el verano, nació una idea.

Con los deberes hechos, siento el placentero mareo de haber llegado a un lugar desconocido por mí. Y es que veo las cinco gigantescas pinturas -32 metros cuadrados en total- que he perpetrado en este pedacito de vida, y tengo la inquietante sensación de que ha sido otro el hacedor de toda esta jarana de inseminaciones, ángeles caídos, demonios lenguado, cachorros de pelícano, muñecas desmembradas. 


El café y la cerveza: grandes aliados (lo de los tropezones es un asunto personal)
¡Ah, de esta fosilización casera llegó otra idea!

Aún no puedo enseñar nada, pero pronto -¿en marzo?- podremos verlo todos en el espacio para el que ha sido gestado.


(*) Si una vida es tan corta como dicen, podría asegurar que ciento cincuenta días pueden ser tan anchos como una niñez completa. Y como un verano en la infancia puede ser más largo que toda una vida, no me extrañaría que durante este tiempo me pasara como al astronauta que viajó en sueños a la velocidad de la luz, ralentizándose su tiempo mientras se embalaba el ajeno. Ya, ya, sé que esto no me ha sucedido a mí; habría notado algo en las caras y en las vidas de los amigos que han venido y se han ido para volver a venir. Pero sí estoy ya en disposición de asegurar que el tiempo se logra encoger o estirar casi a voluntad, y que las utilidades de esta habilidad no son nada despreciables.

Les contaré más, pero no ahora, que el tiempo vuela si lo nombro.

                                                                                                                                     pedrolezcanojaén

4 comentarios:

  1. Enhorabuena, Pedro, por ese magnífico trabajo. ¡Qué ganas de verlo entero!

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  2. Ay, ¡qué ilusión, Pedro, muchísimas felicidades! Enhorabuena de antemano por los ciento cincuenta días de pringue, trabajo y soledad interrumpida, únicamente, por muñecas desmembradas, ángeles caídos, etc., que iban emanando de tu especial cabecita y tanto nos hace disfrutar/sentir a quienes te admiramos. Deseando que llegue pronto Marzo y descubrir esas suculentas criaturas que ocultan muchas historias y pedacitos de vida, detrás. Un gran abrazo y hasta pronto!! :-)

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    1. Hola Carla, tiempo sin verte ni leerte! Les aviso cuando todo este follón quede instalado. Será otra buena ocasión para verse. Abrazooooos!

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