Cuando una película de la era muda (1888-1927 aprox.) transcurre ante mis ojos, no estoy viendo una película. Veo el tiempo.
¿Les he dicho que estoy pintando al Cine Mudo?
Entre Sinlent-es |
Y no, no soy un historiador. Tampoco me parezco en nada a ese clasificador que trabaja en su tesis, padre de un severo tomo que todo lo contiene. Más fechas y nombres que otra cosa, religiosamente ordenadas de mayor a menor.
No, se trata de una excusa, todo son excusas, siempre. Pretextos, pretextos para seguir experimentando, y sobre todo divirtiéndome con las formas, los colores, y con todas las increíbles posibilidades que puede ofrecer una superficie bidimensional.
¿Femme Fatal? |
Podría decir que durante todos estos meses he estado (y sigo) mirando, pensando, dibujando, pintando, rascándome, leyendo y escribiendo desde dentro de antiguas imágenes en movimiento, sintiendo a través de aquellos silentes de sangre y de huesos, de polvo ya, y de luz. La luz que un siglo después vemos con desgana y bostezo en nuestra pantalla de xenones y neones.
Silent-es: se cuece. Como en su momento pudieron ver algo de La cocción de Fricciones. |
Por cierto, ¿sabían que el 80% del cine que se hizo en esos años ha quedado también en polvo, destruido? Pues sí, los incendios, la desidia, el maltrato, la censura y el nitrato nos han privado de centenares de horas de silent film.
Heroínas y Villanos. |
Pero la luz que nos queda y quepa en ese 20%, el millón de grises y sus actores exacerbados. El paso brutal del tiempo, las mujeres pálidas de ojos negros, repintados. Los bigotes en pincho y las cejas arqueadas, absurdas. Las chaquetas y los trajes viejos, siempre de moda otra vez. Esas bocas, pinceladas oscuras, sin color, muy rojas...
Se respira Silent-es |
Espero que todo quede, seco y compacto, sobre mis telas maltratadas, mis tablas y mis cartones. Y que lo vean ustedes.
Lo mostraré a finales de noviembre, este año, 2013.
En el Club de Prensa Canaria.