jueves, 14 de febrero de 2013

Pinturas sucias por detrás de la ciudad.


A comienzos de 2010 y tras unas excursiones al muelle viejo de Las Palmas de Gran Canaria, empezaron a surgir por los rincones de mi taller, unas pinturas que acabaron conformando una extensa serie: "Por detrás de la ciudad"


Por detrás de la Ciudad, con barquito y todo, flotando en un gris mar petróleo.


He elegido siete piezas que muestran clarito la evolución que mi percepción -y mis manos- sufrieron a lo largo de todos esos meses de óxido y mar turbio. 


Por detrás de la Ciudad, camino de la síntesis.

De lo más mono y anecdótico en las primeras creaciones, hasta el flirteo progresivo con la abstracción; la vieja historia, pero soy yo al menos, no es menganito.


Por detrás de la Ciudad, en díptico.
Cielo, cal, muelle y mar.

De cara al público, las primeras pinturas, las más descriptivas y reconocibles, funcionaron mucho mejor que estas últimas, más de mi gusto, casi abstracciones, mapas de colores, tonos y texturas
Una circunstancia esta muy común en cualquier parcela del arte.


                                       
                                                     

Cuatro más de la serie: Por detrás de la Ciudad.
Polución, decadencia, alquitrán y gasoil. 

¿Para qué pintar las playas y los pinares?
¿O las puestas de sol y las casitas con tejas? 

Creo que lo lindo es materia estéril en la creación artística, pero quizás me equivoque o me desdiga mañana. De hecho, en su día hice alguna que otra bonita marina, ya se las enseñaré... 
Advierto. 



                                                                                    LezcanoJaén