domingo, 18 de noviembre de 2012

Autorretrato en Baco

Baco Merisi I y II, de la serie Fricciones



 En el año 1571, acaso en un pueblo que ya cedió su nombre al pintor, Caravaggio, nació Michelangelo Merisi, el artista que no quería pintar madonnas.

Genial, callejero, apasionado, carilindo, vividor, pendenciero, homosexual convencido, vivió y se expresó como quiso y fue odiado y envidiado por ello. Su obra, sensual y descarada, fue tapada o violada con firmas ajenas durante tres siglos.




Baco, de Michelangelo Merisi Da Caravaggio, 1598, 98x85 cms.



En 1598, el Cardenal del Monte le encargó una pintura como regalo de boda para el recatado Cosme II, abstemio y beato como él solo. 
Michelangelo aprovechó la ocasión y se retrató a sí mismo de Baco, el Dios del vino. Semidesnudo, con mirada insinuante, ebrio y espléndidamente afeminado, nos ofrece un brindis junto a un bodegón de frutas en estado de putrefacción. 

Este cuadro, como muchos de su autor, pronto desapareció y se dio por perdido. Nadie sabía ya de su existencia. ¡Hasta 1916!



Baco Merisi III, de la serie Fricciones


Queda mi afecto y mi recreo, maestro Michelangelo. 
Te dejo una muestra de mis recreaciones de este icono universal tuyo, y que he incluido en mis "Fricciones".

En el año 1610, en la playa de Porto Ércole, apareció muerto Michelangelo, el artista que prefirió pintar mancebos hermosos, pícaros.


LezcanoJaén

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